El counseling, desde el enfoque centrado en la persona, es una profesión de ayuda donde al ser humano se lo ve como un todo, de ahí la atención se enfoca de forma integral en su relación interpersonal. En este tipo de procesos se abordan las dinámicas que obstaculizan o bloquean las propias necesidades en el aquí y ahora, así logra detectarlas, confrontarlas y recuperar la autoestima.
En los procesos de counseling, el counselor ofrece 3 actitudes especiales
– Congruencia: ser genuino, honesto con el consultante, así desde la honestidad y el respeto como punto de encuentro podrán recorrer juntos el camino del counseling.
– Empatía: habilidad de sentir lo que siente el consultante, es así como el consultante se sentirá escuchado y atendido
– Aceptación positiva incondicional: respeto por la experiencia del consultante y validación de su experiencia.